Cómo puede vencer a la muerte

Cómo puede vencer a la muerte

¿Es posible vencer a la muerte? Sí, lo es. Como nuestro Señor Jesucristo, podemos salir triunfantes de la muerte para recibir la vida eterna en el Día del Juicio.

Por ROMMEL V. SAN PEDRO

(Traducido al español por CHRISTIAN TANTAY)

LA MUERTE ESTÁ por encima de todos los problemas que acechan a cada ser humano. La muerte llega en cualquier lugar, en cualquier momento. Por muy jóvenes y saludables que sean muchas personas en este momento, la posibilidad de morir en cualquier momento permanece. Cada hora y cada día, todos enfrentan el peligro de perder la vida. De hecho, la muerte es una amenaza constante sobre la cual no tienen poder las personas por sí mismas.

El apóstol Pablo expresó la triste situación del hombre frente a este temible enemigo cuando dijo:

“¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Rom. 7:24 Reina Valera-2015)

Ni siquiera la riqueza ni la sabiduría

Incluso si las personas se arman con toda la riqueza y la sabiduría de este mundo, aún no pueden salvarse de morir. Algunos mueren en plena prosperidad, mientras que otros apenas han disfrutado de cosas buenas en la vida.

Cuando llega la muerte, la cantidad de riquezas o conocimiento de uno ya no importa. Ricos o pobres, cultos o ignorantes, todos sufren el mismo final en el momento de la muerte:

“No hay quien tenga poder sobre la vida, como para retenerla, ni hay tampoco quien tenga poder sobre la muerte. No hay quien escape de esta batalla. Al malvado no lo salvará su maldad.” (Ecle. 8:8 Dios Habla Hoy)

Por qué la muerte es inevitable

Nadie puede evitar la muerte (Sal. 89:48) porque Dios decretó que todos los pecadores van a “morir una sola vez y después vendrá el juicio.” (Heb. 9:27 DHH). La Biblia dice:

“Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.” (Rom. 5:12 La Biblia de las Américas)

Los pecadores están condenados por Dios a morir (Rom. 6:23 LBLA). Lo que empeora el asunto es el hecho de que hay una muerte segunda en el lago de fuego que es el pago completo por el pecado:

“Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego.” (Apoc. 20:14 LBLA)

Así como la riqueza y la sabiduría del hombre no pueden salvarlo de la muerte que es el cese de la respiración, tampoco pueden salvarlo del “fuego de la ira [de Dios]” en el Día del Juicio:

“¡Ya está cerca el gran día del Señor! ¡Ya está cerca, viene de prisa! El estruendo del día del Señor será amargo: ¡hasta los más valientes gritarán entonces! Será un día de ira, de angustia y aflicción, de ruina y desolación, de oscuridad y tinieblas, de nublado y sombras profundas; será un día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y sus altas torres. Dice el Señor: «Pondré en apuros a la gente. Caminarán como ciegos, porque pecaron contra mí. Su sangre será derramada como polvo, y su carne amontonada como estiércol.» En el día de la ira del Señor, no salvará a la gente ni su plata ni su oro, porque el fuego del enojo del Señor consumirá todo el país. ¡Todos los habitantes de la tierra quedarán destruidos en un solo instante!” (Sof. 1:14–18 DHH)

Este es el problema más grave del hombre. Por el pecado que ha cometido ha sido condenado a enfrentar el día de su último suspiro, y peor aún, el castigo eterno en el lago de fuego. Se le considera “muerto espiritualmente” debido al pecado.

Por lo tanto, el hombre necesita encontrar la manera de ser librado de estar muerto espiritualmente a causa del pecado para que ya no esté bajo la maldición de Dios y pueda vencer la muerte, el cese de la respiración y la condenación eterna en el Día del Juicio.

De la muerte a la vida

El Señor Dios es tanto justo como misericordioso. Si bien ha sentenciado al hombre a morir para pagar por sus pecados, también ha mostrado Su misericordia al diseñar la forma en que el hombre puede ser salvo:

“Pero la compasión de Dios es muy grande, y él nos amó con un inmenso amor. Estábamos muertos espiritualmente a causa de nuestras ofensas contra Dios, pero él nos dio vida al unirnos con Jesucristo. Fíjense, ustedes fueron salvos solo gracias a la generosidad de Dios. Él nos levantó de la muerte junto con Cristo y nos sentó junto a él en el cielo.” (Efe. 2:4–6 Palabra de Dios para Todos)

La gente no está totalmente indefensa, después de todo, porque Dios envió a su Hijo, Jesús, para devolver a la vida a los pecadores y ser salvos. Pero no todos se beneficiarán de esta obra de gracia, solo aquellos que están en “unión con Cristo.”

El nuevo hombre

Como Su Padre quiso, Cristo creó en sí mismo al nuevo hombre para que los pecadores tengan la oportunidad de tener paz con Dios:

“aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz.” (Efe. 2:15 LBLA)

Por consiguiente, las personas deben ser partes de este nuevo hombre para ser libres de la maldición de la muerte y del juicio.

El único y nuevo hombre está compuesto por Cristo como cabeza y la Iglesia como su cuerpo:

“Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo.” (Col. 1:18 DHH)

Esta Iglesia es la Iglesia De Cristo:

“Por tanto, tengan cuidado de ustedes mismos, y de todo el rebaño sobre el cual los ha puesto el espíritu santo como supervisores para apacentar la Iglesia de Cristo, la cual Él compró con su sangre.” (Hechos 20:28 Traducción Lamsa)

Entonces, cuando una persona se une a la Iglesia De Cristo, una persona forma parte del nuevo hombre y, por lo tanto, tiene “unión con Cristo.” Cristo garantizó que Su Iglesia no será vencida por la muerte:

“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla.” (Mat. 16:18 DHH)

Por consiguiente, al convertirse en miembros de la Iglesia De Cristo, las personas podrán triunfar sobre la muerte.

Superando La Muerte

El apóstol Pablo explicó cómo se cumplirá la promesa del Señor Jesucristo de que Su Iglesia no será vencida por la muerte:

“He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” (1 Cor. 15:51–53 LBLA)

La gente envejecerá y sucumbirá a la enfermedad y la muerte porque el cuerpo humano es corruptible. Pero en el regreso de Cristo, los cuerpos corruptibles de los miembros de la Iglesia De Cristo serán reemplazados por los que son incorruptibles. Los miembros que murieron antes de la Segunda Venida de Cristo resucitarán para recibir la vida eterna. Cuando esto suceda, “Devorada ha sido la muerte en victoria” (1 Cor. 15:54 LBLA).

Entonces, si las personas aspiran tener éxito en la vida, deben esforzarse más por adquirir para sí mismos ese poder que es mayor que el que ofrecen las riquezas, la sabiduría y la fama: el poder de vencer a la muerte.